Murmuran que no me convienes que las piedras delatan nuestro paso, que doy a que pensar cuando mi abrazo caluroso, el tuyo encuentra siempre. Murmuran que entre cuerdas y mujeres la vida te transcurre, misteriosa, que en nuevos desmedidos te retozas que hay algo en tu mirar que no convence. Pero un amigo es un amigo hasta tanto no se pruebe lo contrario, si la cosa marcha bien hay poco que temer no se consigue un amigo a diario. Murmuran que traicionas a cualquiera siempre que tu provecho dificulte, que, si va mal la cosa, huyes y más cuando tu piel entorpeciera. Murmuran que haz jugado inciertamente en cuanto a lo de otro se tratara, que le robas la novia al más pelele y al más viril también se la arrebatas. Murmuran que al alcohol la suerte entregas, que sin remedio te morirás solo sin nadie que acompañe tu velorio ni ser humano alguno a quien le duela. Murmuran te tu absurda vestimenta, de tu falsa cultura y de tu orgullo, de tu acento mal medido y duro de tu anormal y casi tonta veta.