Bajo la noche cálida mi lecho me trae frescura de cansada orilla, el río se ha estirado de largo a largo, mi niño duerme, en mi sudor confía. La luna pasa aguijoneando el cielo, mi red amaga silba que te silba, mientras camino, mi soñar de río, el diablo cruza zarandeando chilcas. No volveré lo andado, nací costero y quisiera en el río volverme sombra y que sea la sombra que me haga río, duerme aquí moreno, duerme mi niño. Voy a mecer esta esperanza mía para que el fuego de mi amor no acabe ya que su voz tejí como mis redes, quiero hacerlo feliz como la tarde. Trae la aurora su gallito a cuestas y silbando me voy para los muelles. El espinel, la red, si no hago falta, sin pan y con un silbo vendré a verte.