Oye hermano provinciano vaya mi vino por vos soy astilla de tu palo, soy retoño de tu flor, tengo sangre de algarrobo, de cemento el corazon. La semilla de mi pago lleva un indio de mistol, su lanza brilla en el oro de los desquicios del sol, pero es historia es pasada su batalla y su pasión. Hoy estamos en la Villa de Fuerte Apache en Morón somos quichustas urbanos de bailanta y "rockandrol" de chacareras azules de coraje y de malón. Somos la tribu maldita con la melena de Dios nos matan bajo la luna nos dan palo a lo peor nos excluyen de la vida capitales del horror. Somos cabecitas negras y nos confunde el alcohol patiamos latas de fuego con un sueño de aerosol y pintamos las paredes reclamando tu dolor. Somos angeles rapaces de la nueva inquisición por las esquinas volamos con el humo del amor y por el gran Buenos Aires se nos vuela el corazón.