Canto que nace en mi Salta con changos amigos en el Nacional. Cocho y Pelusa en un dúo, Aldo conmigo en la Vieja Rural. Fuimos formando, fuimos creando un canto del corazón. Los Chalchaleros nacimos, con un tarareo, murmullo y silbar. Aldo Saravia nos deja y el Chango que trae musicalidad. Se fue Pelusa, ingresa Dicky para empezar a volar. Silencio tan musical creado con timidez. Fue su guitarra, que encendió el alma y su nochera nos dio. Y en ella te buscará, Ernesto Cabeza, algún diapasón. Pasan los años cantando, nos deja Zambrano cansado de andar y viene un cafayateño golpeando su bombo: es Polo Román. Para los Chalchas, que desde lejos vibran con este cantar. Como la tierra chaqueña, arisca y gredosa, también musical, sube a la rama del ceibo: es Pancho que llega desde el Litoral. Trae los acordes donde se esconde un grito de sapucai. Su sangre nos viene a dar: canción y juventud. De aquella rama que dio este tronco nació este gajo cantor. Por ser el hijo mayor, Facundo Saravia, cantamos con vos.