Es casi un delito ignorar el peligro, que encierras en tu habitación. Porque es casi un insulto tratarnos de adultos, jugando al gato y al ratón. Voy anudándome a ti desnudándote así, no hay tabú que lo pueda prohibir. No es pecado querer tatuarme en tu piel, no es pecado el placer ni el deseo. No es pecado morder tu boca otra vez, y apartarte en la red del amor. Es una locura no hacer travesuras, cuando está en juego la pasión. Porque es una ironía ligar la agonía, y vivir de la imaginación. Voy anudándome a ti... No es pecado querer...