Nunca he creído en formulas ni en mensajes, me gusta más jugar a la contradicción, contra mí mismo voy a hacer una excepción, intentaré ser más directo en el lenguaje, en esta canción. A vivir, a vivir que la vida no es medida ni porvenir. A vivir, a vivir que este mundo fue un segundo del devenir. Si he sido críptico y poco claro en los versos, entono un mea culpa y suplico perdón por ser ambiguo y aumentar la confusión al proponer que la Razón del Universo no es una ecuación. Después de tanta palabra con doble filo y de lecturas triples en cada renglón, de esta escritura no se saca una lección para que el estratega duerma bien tranquilo con su solución.