Cuando sales de tu casa con tus cuatro generales cuando subes a tu auto, cuando pasas por las calles. Las miradas de la gente, se transforman y se encienden se encabritan, se endurecen, las miradas de la gente, y en los pechos de la gente, se alborotan las palabras nadie grita, nadie habla, todos callan simplemente. Las miradas de las viudas, de los jóvenes cesantes de los padres sin sus hijos, de los hijos sin sus padres. Todos miran como pasan esos cuatro generales, todos callan simplemente, nadie grite, nadie hable. Ese hombre que te mira, enseñaba en una escuela esa joven que te mira, trabajaba de enfermera. Todos miran y en sus ojos hay un puño enardecido hay un llanto y un recuerdo y un ejército escondido.