El antifaz que tu maldad cubría Cayó para exhibirte tal como eres Yo te creí distinta a otras mujeres Y fui feliz pensando que eras mía. Pero aquel antifaz que por fortuna No fuera un antifaz de terciopelo Al descorrer de tu existencia el velo Me mostró tus infamias, una a una. Oh, divino antifaz, oh, mi mejor amigo Tu que fuiste testigo de su vida falaz No vuelvas a cubrir otro rostro divino Que nos brinde el destino para hacernos sufrir. ¿Matarte? ¿Para que? No soy tan necio ¿Maldecirte? Tampoco ¿Quién pretende lanzar su maldición a la que ofende? Cuando no se merece ni el desprecio. Tu seguirás tu vida, yo la mía Sufriendo parecidos desengaños Y quizás con el paso de los años Vuelva a encontrarte en mi camino un día. Y si llegas a mí como las pordioseras, Te daré lo que quieras porque yo prometí al divino antifaz que llevabas contigo Socorrer al mendigo sin mirar hacia atrás.