No sabes lo que yo sufro al escribir ésta carta, jamás sabrás lo que siento al enviarla a su destino, pero es preciso hacerlo, para que no quede duda, para que no te confundas, y estar en paz conmigo mismo. Hoy vas a saber lo que he guardado tanto tiempo, vas a conocer mi verdadero sentimiento, no puedo mentirte en éste momento. Guárdame un recuerdo y viviré en tu pensamiento, aunque mis cenizas se confundan con el viento, éstas mis palabras, son mi testamento para ti. Contigo fui feliz, con nadie más, contigo yo viví, la realidad. Contigo yo aprendí, a sufrir y amar, así aprendí a reír, y a llorar. No es la perfección lo que trataba de ofrecerte, fue mi corazón el que te quiso hasta la muerte y por no perderte tuve que mentirte alguna vez. Contigo fui feliz, con nadie más, contigo yo viví, la realidad. Contigo yo aprendí a sufrir y amar, así aprendí a reír, y a llorar.